Está torta es original de mi tierra natal, Eibar.
La receta pasa de generación en generación y todos los años, el 3 de febrero, se bendice.
Se lleva a la iglesia embalada y anudada con un hilo, con la creencia que el Santo es protector de los males de garganta. Tras bendecir la torta, el hilo, se anuda alrededor del cuello para protegerse.
De niña, recuerdo que era un día muy especial. A media mañana, íbamos todo el colegio a bendecir la torta.
Cada niña y cada niño con su torta, anudada con el hilo de algodón blanco.
Es una tradición eibarresa, que con los años se propagó por todo Gipuzkoa y hoy en día, se ha extendido, más allá de sus fronteras.
Os comparto sabores eibarreses, para que sean parte de vosotras también.
Para la torta
- 8 huevos
-1/2 kilo de azúcar
-Esencia de anís
-levadura
- Manteca de cerdo o mantequilla
- 2kilos de harina
Para la capa blanca
-2 claras de huevo
-Azúcar glass
Mónica