Una gota de lluvia, si cae al sur o al norte de la montaña, creará ríos que irán al Mediterráneo o al Cantábrico".
Hay que afinar mucho la mirada para ver que al final, la casualidad, el azar, marcarán el destino del agua, la misma que posibilita la vida y que moldea los paisajes con paciencia. Y también que esos "paisajes hacen a las personas y las personas a los paisajes"
Con estas comillas resalto las frases con la que resumiría el enfoque con el que Micaela Portilla parecía tratar de resolver las preguntas que le hacía al pasado, y se adelantaba al futuro. Hoy, al ir tras sus pasos, reflexiono sobre lo que el territorio da, lo que legaron quienes en él nos precedieron y lo que hoy, se quiere mantener para un futuro. Y cómo esos hitos pueden volver a contarnos historias que quizás, antes, no se supo o no se quiso contar. Y Micaela, supo y quiso contar.
Ahora entiendo a Ricardo, que en lo "suyo" me decía que Micaela significa un antes y un después para el conocimiento del patrimonio local, o a Mentxu, de quién tomé entre líneas la idea de hacer este de 8 de marzo un tributo a su figura.
Y ahora, que ya he comprobado el acierto de estas afirmaciones, la mirada de Micaela no deja de revolotear por mi cabeza. Y eso, pues es bueno.
Que esta nueva mirada de Micaela, nos lleve a todas y todos a la acción. Y de paso, a la canción.
Manuela
No hay comentarios:
Publicar un comentario