Ricardo Garay en la marcha por la igualdad nos ha hecho reflexionar sobre cómo ocupaban los espacios las mujeres y los hombres en los bailes de antaño. En las fiestas de los pueblos, lo más habitual era que hubiera hombres danzando.
Si las mujeres bailaban, danzaban en la plaza. La población en círculo protegía a las mujeres. La manera de danzar de las mujeres era más recogida en sus propios bailes, sin tanta ocupación del espacio. En cambio, los hombres invadían más el espacio con brazos y piernas.
Toda esta puesta en escena tiene consecuencias en las maneras de concebir la ocupación del espacio por parte de quienes representan roles masculinos y roles femeninos. En el siglo XXI, es hora de superar estos roles que nos limitan y encorsetan y sentirnos más libres, ¿no creéis?
Mentxu
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