Y es que jugar a las cartas es una actividad muy completa: ¡mucho más que un juego!
1. Salís de casa
2. Os relacionáis con otras personas
3. Ejercitáis la mente
4. Tenéis la ilusión de ganar (aunque no haya nada en juego más que el hecho de ganar la partida)
5. Y aunque no ganemos, pasamos un buen rato
6. Nos reímos mucho
7. Lo pasamos bien
8. Mientras jugamos, practicamos la atención plena en el juego (y no criticamos a nadie)
9. Ganamos trofeos en campeonatos de brisca
10. Pasamos un rato agradable en buena compañía y tenemos ilusión por volver a encontrarnos...
Al final, jugar a las cartas, es una excusa para socializar, ¿no?
Somos seres sociales.
Cada persona tenemos nuestras excusas para encontrarnos (o para no hacerlo) 😉
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